La enseñanza de la filosofía, ética y sociales en el Colegio Bilingüe Lerner & Klein se presenta como una disciplina innovadora que fomenta el pensamiento crítico y la reflexión profunda en los estudiantes.
Esta asignatura no solo se limita a la transmisión de conocimientos, sino que también busca desarrollar habilidades esenciales para el análisis de la realidad social y la toma de decisiones éticas en un mundo complejo. La innovación radica en su enfoque interdisciplinario y en la utilización de metodologías activas que involucran a los estudiantes en su propio proceso de aprendizaje. Un ejemplo de esto, es cuando los estudiantes se involucran en tareas y proyectos que les exigen indagar, descubrir y dar solución a problemas auténticos, lo que les brinda la oportunidad de poner en práctica los conocimientos adquiridos en situaciones concretas y significativas. Otro ejemplo, es el gran aporte en jornadas como el Congreso de Ética, la participación en SIMONU, y el día de la Interculturalidad en colaboración con el área de artes, sin contar con actividades como la organización del Gobierno Escolar tan importantes para la institución como para el desarrollo de habilidades políticas y ciudadanas en los estudiantes.
La idea principal de estas asignaturas es que el pensamiento crítico es fundamental para la formación de ciudadanos responsables y comprometidos. El filósofo estadounidense John Dewey en su libro Democracia y Educación, afirma “Y la educación no es un mero medio para esa vida. La educación es tal vida.” (Dewey J, 1998, p. 299). En otras palabras, la educación no es preparación para la vida; la educación es la vida misma. En este sentido, hemos implementado proyectos innovadores como debates filosóficos en nuestras clases, donde los estudiantes analizan temas contemporáneos desde diferentes perspectivas, promoviendo así un entorno de diálogo y respeto por la diversidad de opiniones, y aplicando pautas de argumentación donde aprenden a expresar sus razonamientos de manera clara y coherente, a escuchar y considerar las razones del otro, y a participar de manera respetuosa y constructiva.
Además de los libros de texto, hemos integrado el uso de tecnologías como las pantallas de los salones y los televisores, aprovechando los recursos que nos brinda el colegio para investigar y presentar sus ideas, lo que les permite desarrollar competencias digitales y comunicativas. Por ejemplo, la creación de presentaciones sobre diversos temas actuales e históricos, donde los estudiantes investigaron, discutieron, contextualizaron y compartieron sus puntos de vista, lo que les permitió conectar la teoría con la práctica de manera creativa.
Por otra parte, el componente ético de las asignaturas se manifiesta en la promoción de valores como la empatía, la justicia y la responsabilidad social.
A través de actividades como el análisis de casos reales, reflexiones sobre la libertad y la autonomía, importancia de la justicia y la equidad, los estudiantes no solo aprenden sobre teorías éticas, sino que también se ven motivados a aplicar estos principios en su vida cotidiana para llegar a ser ciudadanos involucrados que busquen hacer una diferencia significativa en su entorno social. Por último, la filosofía anima a los estudiantes a indagar sobre cuestiones fundamentales de la existencia, el propósito vital y el sentido de la vida. Este proceso de cuestionamiento puede tener un profundo impacto espiritual, ayudando a los estudiantes a encontrar su lugar en el mundo, a desarrollar una perspectiva más amplia sobre la vida, la belleza, el amor y a tener una comprensión más profunda de los valores que orientan la vida de las personas. Esto incluye la reflexión sobre la compasión, la empatía y el respeto hacia los demás, elementos esenciales para el desarrollo de una vida integral más humana, plena y significativa.
Referencias Bibliográficas.
Dewey, J. (1998). Democracia y educación: Un ensayo sobre la educación y la vida democrática. Ediciones Akal.
Ana Ruth Ramírez Docente de filosofía